Comentario
El marco en el que se realizaron los frisos pictóricos de este arte son las paredes y, más raramente, las cornisas de abrigos o covachos rocosos abiertos por la naturaleza en diversos puntos de las serranías del tercio oriental peninsular, desde los Pirineos hasta la Penibética, aunque no faltan algunos conjuntos excepcionales localizados en las proximidades de la costa; aparecen en lugares iluminados por la luz solar, a diferencia de los frisos de arte rupestre cuaternario que, en la mayoría de las ocasiones, se encuentran en el interior de cavernas profundas en puntos donde es necesaria una iluminación provocada. Sin embargo, también existen algunas excepciones de manifestaciones levantinas realizadas en el interior de cuevas. La altitud de estos lugares es muy variable aunque generalmente oscila entre los 300 y los 1.000 metros y se encuentran en lugares bastante abruptos, próximos a barrancos donde, en los momentos en que se realizaron los frisos, existían corrientes de agua que, por una parte, permitían los asentamientos humanos y, por otra, servían de atracción a las especies cinegéticas de forma que estos parajes eran lugares idóneos para la actividad cazadora, de la que son un buen exponente los propios frisos pintados.Este círculo artístico recibe el nombre de la dispersión geográfica que alcanza y a la que ya hemos hecho referencia, la cual abarca desde la provincia de Huesca hasta la de Murcia, aunque muchos autores incluyen también dentro de él algunos conjuntos más meridionales, con representaciones estilísticamente próximas a las levantinas, pero integradas en conjuntos que globalmente encajan más en el denominado arte esquemático; un círculo que, en ocasiones, muestra muchos elementos comunes con el levantino por lo que resulta difícil acotar las respectivas delimitaciones.El número de estaciones con Arte levantino alcanza ya casi el centenar y medio con tres focos de máxima concentración en torno a la serranía de Albarracín (sur de Teruel y norte de Cuenca), la región del Maestrazgo y Bajo Ebro (sur de Tarragona y mitad norte de Castellón) y sur del País Valenciano (sur de Valencia, Alicante y área oriental de Murcia). Sin embargo, la constante ampliación del mapa de estaciones con pintura rupestre levantina está creando una trama más densa de yacimientos fuera de estas provincias.